Cinturilla para María Santísima de la Esperanza (Cuenca)

A finales de verano del pasado 2017 cuajó por fin una idea que llevaba cierto tiempo fraguándose en la Venerable Hermandad de María Santísima de la Esperanza de Cuenca: la de organizar un taller de bordado en aplicación para que un grupo de hermanos y hermanas pudieran contribuir con su labor al crecimiento del ajuar de la Santísima Virgen y, por consiguiente, también del patrimonio de la corporación. Desde el principio, la Junta de Gobierno de la Hermandad, encabezada por su Mayordomo, José Manuel Calzada Valero, depositó en mí su confianza para que me encargase de la dirección artística del proyecto. El prometedor equipo de entusiastas que se embarcaron en esta novedosa actividad, magníficamente coordinado por Cristina Gómez Serrano, se marcó como primer objetivo la realización de una pieza de pequeño tamaño pero no exenta de dificultad, que les permitiese tomar contacto con la técnica del bordado en aplicación y comenzar a trabajar con ella. Así, se optó por la ejecución de una cinturilla, que por su reducido tamaño requeriría de pocas piezas pero, al ir sobre malla y exigir un trabajo bastante fino, conllevaría un esfuerzo importante.

Así surgió este diseño limpio, clásico y sencillo, en el que la finalidad didáctica ha primado por encima de otras cuestiones como la complejidad técnica o, sin ir más lejos, mis propias preferencias como diseñador. No había que perder de vista que, ante todo, se trataba de crear una pieza que fuera asequible para un equipo de personas neófitas en la materia pero, al mismo tiempo, no tan complejo como para hacerse imposible. Y creo, humildemente, que estas expectativas se han visto más que satisfechas, sin que ello haya significado una merma en la calidad de la pieza.

La cinturilla se configura mediante dos tallos o zarcillos que parten de una carnosa hoja de acanto situada en el centro, en la parte más gruesa de la cotilla. Los tallos parten del lado contrario a aquel por el que acabarán discurriendo, cruzándose sobre la hoja central en el que es uno de los escasos solapamientos que he introducido en el diseño. Cada uno de esos zarcillos, salpicados de finas hojas de acanto, se bifurca en dos tallos que se enroscan en círculos hacia el interior de la pieza, quedando rematados por flores de colores, rosadas en el centro y violetas en los extremos. Durante la ejecución de la pieza y de manera espontánea, se optó por dar color también a las hojitas que acompañan a las dos flores exteriores, con lo que la cinturilla ha ganado más vistosidad de la que tenía sobre el papel. La trama vegetal se dispone sobre una malla de oro, rematada al extremo por un galón sencillo y fino.

La cinturilla se bordó durante el otoño del pasado año 2017, y fue estrenada en la Solemne Función Religiosa celebrada en honor a la Santísima Virgen el pasado 17 de diciembre, con gran satisfacción para los hermanos y devotos de esta dolorosa conquense. Y, por supuesto, para los integrantes del taller, para quienes el orgullo de ver a su Esperanza con una prenda salida de sus manos es, sin lugar a dudas, la mejor recompensa al esfuerzo invertido; pero que, además, han visto en esta primera obra un acicate para abordar nuevos y más ambiciosos retos. La Sagrada Imagen ha lucido la pieza también en su camarín desde la celebración de sus cultos hasta que ha sido vestida de hebrea, como es tradicional, al inicio de la Cuaresma.

Quiero dar las gracias encarecidamente a todas las personas involucradas en este ilusionante proyecto, pionero en la ciudad de Cuenca, en la que ninguna Hermandad había impulsado un taller de este tipo hasta la fecha. Para mí, es un honor inmenso que la Junta de Gobierno de la Hermandad me haya distinguido con su apoyo y confianza, y me permita dejar mi sello como diseñador en el ajuar de la Santísima Virgen. Pero, por encima de todo, lo es que mis diseños sean del agrado del magnífico equipo que se ha creado, repleto de entusiasmo y calidad humana; un grupo de personas maravillosas que están haciendo algo histórico, como el tiempo demostrará. Que los miembros de este grupo hagan mis diseños suyos y quieran poner en ellos todo su tesón, todo su esfuerzo, toda su dedicación y su talento es más de lo que podría haber siquiera soñado cuando presenté mi primer diseño a una hermandad, hace ya algunos años. No podría desear unas manos mejores y más llenas de amor para hacer realidad mis bocetos. Estoy seguro de que este es sólo el principio de un camino que nos va a deparar grandes alegrías y que espero que sigamos transitando juntos.

A continuación se muestra una galería de fotografías del día del estreno, cedidas para esta web por el autor de las mismas, a la sazón vestidor de la Sagrada Imagen, Rafael Murgui Quintero, y por la propia Hermandad.