Hoy hace exactamente un mes, Cuenca vivió una importantísima efeméride cofrade, que quedará grabada para siempre en los anales de su historia nazarena: la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias, la primera Titular de una corporación pasionista que es coronada en la ciudad del Júcar. La Procesión Triunfal que se realizó con la Sagrada Imagen al término del Pontifical de Coronación discurrió por el casco histórico y parte de la ciudad nueva, siguiendo un itinerario ya tradicional dentro de los desfiles procesionales conquenses. En el transcurso de este solemne traslado se pudieron ver estampas tan inéditas e irrepetibles como la de la Virgen de la Luz, patrona y alcaldesa de la ciudad, y madrina de la Coronación Canónica, desfilando junto a la Madre de las Angustias. Y, como no podría ser de otra forma, también se contemplaron por primera vez los dos estrenos que lucía la Santísima Virgen para la ocasión: la Corona de Coronación que ha ejecutado la empresa conquense Pedro Joyeros en plata y oro de ley, con profusión de motivos arquitectónicos y alegóricos en su diseño; y el Sudario de la Coronación, regalo de todas las hermandades conquenses que tienen una Titular mariana, que ha ejecutado Arantxa Pérez Hernando bajo mi diseño.

Hay que decir que la ejecución de esta pieza ha estado plagada de dificultades y que, como se puede apreciar en las fotografías que acompañan a esta noticia, el diseño tuvo que ser modificado para permitir que el sudario luciera perfecto una vez puesto en la cruz. Pero, con todo y con ello, se puede decir que el aspecto final es muy cercano al que se pretendía lograr y, de cualquier manera, magnífico.

Una vez más, quiero agradecer la confianza depositada en mi persona por parte de las hermandades marianas de Cuenca, y reconocer el más que encomiable trabajo de la artista a la que debemos esta obra, que se enfrentaba por primera vez a unas técnicas, un estilo y un ámbito que desconocía, pero en el que se ha sabido desenvolver con maestría, logrando una obra de calidad.